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Entrevista a Paola Nieto García

Buenos días, traductores

Hoy contamos con la participación de nuestra profe e intérprete de conferencias Paola Nieto, que nos desvela los entresijos del mundo de la interpretación. Nosotras disfrutamos mucho con la entrevista, porque ya contamos con un poquito de experiencia en cabina y entendemos muchas cosas a las que Paola hace referencia. Esperamos que os guste.

-¿Cómo te acercaste al mundo de la interpretación y por qué decidiste dedicarte a ella?

Pues me acerqué relativamente pronto. Yo era como todos los niños de 10 o 12 años, en mi caso, quería ser trapecista (risas). Quería ser trapecista, princesa y todas estas cosas. Me acuerdo de que un día en casa, comiendo, creo que era en el Reino Unido, vi una cena en la que había un intérprete trabajando. Estaban dando las noticias y había una intérprete sentada detrás, en una cena de gala. Entonces, le pregunté a mi madre: ¿y esa señora qué hace? Y me dijo ella: es la traductora. No me dijo es la intérprete, claro, sino es la traductora. (risas) En ese momento pensé: ¡anda, yo quiero hacer eso! Y ahí descubrí que la interpretación existía, lo que hacían y me dije que yo quería hacer eso.

-¿Qué opinión te merece el hecho de que siempre se esté confundiendo la profesión del traductor con la del intérprete?

Hace años, me molestaba muchísimo. Pero muchísimo. Los que somos intérpretes de conferencias… como que marcamos muchísimo la diferencia: no, no, yo no soy traductor, soy intérprete. Lo que pasa es que, con el tiempo, te acostumbras un poco a que te llamen traductor, a que digan: ha llegado el traductor… Ya lo empiezas a ver como algo muchísimo más natural, más normal. De hecho, cuando no quieres dar muchas explicaciones de lo que haces ni nada, ya no dices que eres intérprete, sino que eres traductor. Incluso aunque te pese, a veces dices soy traductor simultáneo. Y te pesa mucho decirlo (en este momento, todas asentimos con la cabeza), pero es verdad que la comunicación va más rápida. Si dices que te dedicas a eso, no das lugar a que piensen en que haces teatro, cine o algo así.

-¿Recuerdas alguna interpretación con un cariño especial?

La primera. La primera la recuerdo con muchísimo cariño. Era sobre el inglés en Sudáfrica y recuerdo haberme documentado como nunca, la inseguridad del primer momento en la cabina y de que todo te parece poco. La recuerdo con un cariño muy especial porque, además, fue la primera simultánea en inglés. Yo había hecho en alemán, pero no en inglés todavía. Se trataba de un acto muy formal, en un salón de actos, con unas cabinas muy antiguas, todavía con las lucecitas rojas y verdes. No fue la mejor experiencia que tuve, pero la recuerdo con mucho cariño.

-Por el contrario, ¿te viene a la cabeza alguna situación en la que te resultara difícil desarrollar tu trabajo?

Sí. Me acuerdo de que estaba trabajando en el ayuntamiento de Calden, en Alemania, y esta ciudad tenía un aeropuerto. Resulta que era el punto de encuentro entre los ministros de Economía de ese momento, el francés Strauss-Kahn, que luego ya sabéis lo que ha pasado con él, con el Fondo Monetario Internacional y todas estas cosas, y Eichel, el ministro alemán. Entonces, el alcalde me llamó porque decidió que quería saludar al ministro de Economía francés y, además, quería llevarme a mí porque, claro, yo era la intérprete y quería que le saludara en su idioma. Yo me acuerdo de decirle: pero es que yo no trabajo con francés. Y el alcalde me contestó: bueno, pero tú has hecho mucho francés en el instituto, lo pone en tu currículum (risas) y él insistía: que sí, que sí, que puedes hacerlo. Vamos a prepararnos una cosa cerrada y ya está. Recuerdo con toda la vergüenza del mundo haber cerrado así en plan… (risas) trampa lo que iba a decir el alcalde. Imaginaos: interpretar de alemán a francés y de francés a alemán lo que le iba a decir a Strauss-Kahn. Gracias a Dios sonrió, tenía poco tiempo, el hombre, (risas) y fueron nada, cinco minutos de interpretación. Recuerdo que fueron los cinco peores minutos de mi vida con un ministro de Economía hablándole en francés (risas). Fueron los peores.

-Según tu opinión, ¿qué cualidades crees que debería tener un buen intérprete?

Yo creo que los intérpretes somos, sobre todo, curiosos. Es la capacidad que tenemos de que, en ese momento, el tema para el que te han contratado te resulta lo más interesante del mundo y tienes la capacidad de buscar información y de documentarte y de hacer que ese tema sea interesante para ti. Además, creo que un buen intérprete tiene que ser una persona crítica, porque todos trabajamos rápido cuando estamos en cabina o cuando estamos haciendo una consecutiva y es verdad que, muchas veces, lo que hemos hecho es lo mejor que podíamos hacer. Creo que, sobre todo cuando estáis estudiando, el escucharte y el saber que lo podías haber hecho mejor es fundamental y, para alguien que está trabajando, diría que la curiosidad y las ganas de comunicar son muy importantes. Por otro lado, está bien ser crítico, pero también es fundamental saber perdonarse.

-¿Qué opinas de la Agencia de Traducción Solidaria?, ¿has trabajado de manera solidaria o voluntaria?

Sí. A mí la Agencia me parece una iniciativa fantástica. Creo que es una manera de acercaros a la profesión, además de que podáis hacer prácticas en empresa, que es obligatorio dentro de vuestro Grado en Traducción y Comunicación Intercultural. Creo que la Agencia de Traducción Solidaria os acerca, primero, a la profesión y, después, a otras realidades que quizá no se vean tanto o que la gente piense que no se ven porque estamos en una universidad privada, donde todo es muy bonito, donde todo es muy caro y donde todo es precioso. Sin embargo, somos conscientes de las necesidades que hay fuera. El programa de voluntariado europeo ha tenido reuniones en España y yo he hecho las interpretaciones para ellos. Además, como sabéis, nosotros colaboramos mucho con Unicef, vosotros hacéis prácticas y yo también he interpretado para ellos de manera altruista cuando lo han necesitado, como en El Escorial, en algunos congresos en los que han necesitado un apoyo aparte del vuestro hacia el inglés, como en Sevilla. Creo que es una manera importante de contribuir con los que no tienen tanta suerte como nosotros.

-Nos contaba la profesora Belén en la entrevista del otro día que, cuando ella era estudiante, había ido contigo y sus compañeros al Foro Migración, ¿puede ser?

Al Fondo Mundial de las Migraciones, sí, también. Se celebró aquí, en Rivas Vaciamadrid, y nosotros hicimos interpretación simultánea.

-¿Qué consejo darías a alguien que está pensando en dedicarse a la interpretación?

Que sea muy constante. Es verdad que la interpretación es muy bonita, pero es verdad también que conlleva mucho trabajo. Lo que pasa es que, si te gusta, te engancha (risas) y claro, puede ser un poco desalentador ver que te gusta mucho, pero no lo haces todo lo bien que quisieras, o que el progreso no es tan rápido como a ti te gustaría ver. Entonces, la interpretación es una carrera de fondo, requiere resistencia y que te dosifiques y aguantes al principio. Es una profesión muy sacrificada, sí, pero muy bonita. Da muchísimas recompensas. Yo animo a todo el mundo  que quiera ser intérprete a que no se ciegue pensando en que es una cosa de élite. No, no solo la élite llega a ser intérprete: cualquiera con esfuerzo, trabajo y voluntad puede ser un buen intérprete de conferencias.

Ya sabéis, queridos lectores, esperamos haber despertado vuestras ganas de ser intérpretes y que esto os sirva de ayuda para tenerle un poco menos de miedo a la cabina 😉

¡Nos leemos!

Eli y Lara




Entrevista a Belén Moser-Rothschild Criado

Buenos días, traductores

Hoy tenemos una sorpresa en el blog. Hemos contado con la participación de nuestra profesora y traductora audiovisual Belén Moser-Rothschild Criado, que ha accedido a concedernos una pequeña entrevista para hablarnos del mundo de la traducción audiovisual (TAV).

¿Cómo te acercaste al mundo de la TAV y por qué decidiste dedicarte a ella?

Yo estudié la Licenciatura de Traducción e Interpretación, que era Licenciatura en aquel tiempo y no había asignatura de Subtitulación aquí en la universidad, de la que yo soy antigua alumna. Entonces, hice las prácticas en un estudio de doblaje, sabéis que había prácticas obligatorias como las que tenéis vosotras, y estuve todo el verano haciendo prácticas de subtitulado allí, revisando traducciones… etc. Todo estaba muy supervisado. Después, cuando acabé la carrera, lo primero que hice fue volver a mandar mi currículum y, precisamente, había una chica que estaba de baja por maternidad,  así que entré a sustituirla.

No entré tanto como traductora sino como revisora, pero también había otra persona que supervisaba mi trabajo, porque yo no tenía mucha experiencia. Tuve la gran suerte de que al mes o así firmaron un contrato con Disney y buscaban a una persona que fuera el contacto entre la oficina de Londres, la oficina de Burbank, que está en California, y la de Madrid. Necesitaban a una persona que hablara bien inglés, que entendiera también de traducción, pero, sobre todo, era un trabajo más administrativo. Estuve dos años trabajando allí y, a veces, sí que me mandaban un tráiler que yo tenía que revisar, aunque ya tenían las revisoras allí en el estudio. Yo me encargaba más de labores administrativas. Cuando ya ahorré algo de dinero y decidí hacer un máster, estudié un MBA en Empresas, porque quería darme de alta como autónoma y en la carrera no teníamos la asignatura, que también vais a tener vosotras, de Gestión de empresas de traducción. Entonces, le dije a mi jefe que me iba y él me ofreció la posibilidad, como sabía que yo era traductora, de darme de alta como autónoma y de mandarme trabajo.

Yo le contesté que me lo pensaría, le envié un e-mail de despedida y copié a distintos clientes que tenía ese estudio de doblaje, como Fox, Warner, Sony, etc. Algunos me dijeron que qué pena, que qué iba a hacer… yo les conté mis planes de ser autónoma. Como ya había colaborado con ellos, aunque a otro nivel, me empezaron a mandar traducciones, debe ser que les gusté (risas) y hasta ahora. Esto fue en 2008, aproximadamente, y sigo dedicándome a ello.

¿Recuerdas alguna traducción de la que estés especialmente satisfecha?

La serie en la que estoy trabajando ahora, la de Los misterios de Laura, me está encantando cómo está quedando porque me dejan mucha libertad. Con otros trabajos no he tenido tanta. Además, trabajamos mucho en equipo el director, Luis Fernando Ríos, y yo: yo hago mi traducción con materiales preliminares, se la mando a él, él la ajusta, luego nos llegan los finales, se la  envío otra vez, él la revisa de nuevo y luego la reviso yo. Estamos en continuo contacto y en equipo siempre se trabaja mucho mejor. Hay estudios que no te dejan… bueno, mejor, no les gusta que hable tanto con el director, cuando, en realidad, es contraproducente. No sabemos si no les gusta por desvelar tarifas, o por otra cosa (risas) pero bueno, corramos un tupido velo. Como decía, de esta serie estoy particularmente orgullosa y me gusta mucho cómo está quedando. También cabe destacar alguna peli para festivales, como Cannes, pero eso ya en Lengua C, en francés, o pelis como la de Yves Saint-Laurent, que está ahora en cines, también me ha gustado bastante. Me vienen a la cabeza estos trabajos que son más recientes… pero también recuerdo el videojuego de Ratatouille, que yo traduje y me gustó mucho. No sé, varias.

Por el contrario, ¿podrías mencionar alguna que te haya resultado particularmente difícil?

Sí. Lo primero que te suelen mandar cuando empiezas son documentales porque, como os he explicado en clase, no hay que ajustarlo a la boca y van en voice-over. Recuerdo que me mandaron un documental sobre las cárceles de Palestina y entre que hablaban en otro idioma, estaba en voice-over en inglés, en el guión no venía el nombre de los personajes y era de los primeros que hacía, me tenía que quedar con la cara de cada personaje que salía, de cada preso, que entre ellos se parecían mucho (risas). Estoy segura de que, si ahora veo ese documental, me arrepentiré un poco de alguna cosa pero, en su momento, hice todo lo que pude.

¿En qué estas trabajando actualmente, si nos lo puedes decir?

Sí. Estoy trabajando en una serie para Telecinco, Las brujas de East-End, que ya es la segunda temporada, sigo con una serie de Disney que se llama Austin & Ally, que ya llevan como… no sé, cinco temporadas (risas) y estoy también con unas películas. Éstas no son para doblaje, sino que son unas pelis que ha comprado una productora española a Estados Unidos y ellos quieren que les traduzca el guión entero con todo: indicaciones de cambios de plano, cosas que no se traducen, como sabéis, cuando es para doblaje… porque, a lo mejor, compran esa película para luego hacerla en España. Es una peli de terror. Además, estoy con una serie de la misma productora, que se llama La presunta, que ésta sí que ya la han comprado y me la van a empezar a mandar para doblaje y, como ya os he dicho, estoy con Los misterios de Laura también. Eso es todo, de momento.

Como sabes, estamos trabajando en la Agencia de Traducción Solidaria y nos gustaría saber qué te parece esta iniciativa y si has traducido o trabajado de manera solidaria.

Sí, claro.  Yo era como vosotras. Os doy la enhorabuena porque hay que aprovechar al máximo la universidad y las cosas que os brinda. La Agencia Solidaria no existía en mi época, si hubiera existido, estoy segura de que yo también habría participado en ella, me parece muy buena idea. Lo que sí que hacíamos era interpretaciones. Fuimos a hacer “prácticas”, por ejemplo, al Foro de Migraciones con la profesora Paola Nieto. Al principio, lo importante es tener ganas e iniciativa y, aunque no se cobre tanto como más adelante, lo bueno es que cojáis experiencia y que vean que sois trabajadoras.

Por último, ¿qué consejo darías a alguien que quiere empezar en el mundo de la TAV?

Ante todo, intenta ser natural. Si en inglés, por ejemplo, hacen una gracia, intenta leerlo en alto y ver que esa gracia, cuando la interprete el actor de doblaje en el atril, también va a tener la misma gracia, valga la redundancia. Así, la persona que vaya a ver esa película o ese producto audiovisual disfrute y se olvide de que está doblado. Para ello, es importante leer y traducir muchísimo, aunque sea de otros campos, para adquirir así mejor léxico y mejores destrezas traduciendo. Eso siempre es bueno.

El tema del ajuste, que veremos la semana que viene en clase, también es interesante, aunque no sea nuestra labor. Cuanto más ajustado se lo puedas dejar a un director, mejor, porque más te van a llamar y así ellos tienen que hacer menos, por lo que les va a gustar tu trabajo (risas). Eso es todo pero, en general, lo que os he dicho: ganar experiencia y que sigáis con la actitud que tenéis. Tenéis las dos cosas aptitud y actitud.

 

 

Queremos darle las gracias a nuestra profe por su tiempo e interés y esperamos que os haya gustado la entrevista y os animéis a conocer más de cerca el mundo de la TAV.

¡Nos leemos!

Eli y Lara